Son muchas las incógnitas que surgen cuando analizamos los procesos de innovación tecnológica en la Universidad: ¿cómo se conjuga innovación y tradición? ¿Historia y modernidad? ¿Digitalización y humanización? ¿Tecnología y saber? ¿Calidad e inmediatez? Conscientes de que este debate hoy suscita mucho interés por parte de las instituciones académicas y profesionales de educación superior, la Fundación Ortega-Marañón organizó una tertulia académica con Ricardo Rivero, rector de la Universidad de Salamanca, con la que se quiso profundizar, con la participación de otros destacados especialistas, sobre las oportunidades y riesgos que se presentan cuando desde el seno de una institución académica se asume la necesidad de modernizarse a través de la tecnología.
Ricardo Rivero es catedrático de Derecho Administrativo, especialista en procesos de modernización de la Administración Pública y rector desde 2017 de una universidad que han cumplido 800 años de existencia (la USAL, fundada en 1218, es una de las primeras universidades europeas junto con Bolonia, Oxford o París y que hoy sigue gozando de un gran prestigio internacional).
Misión de la universidad
Las reflexiones de Ortega sobre la misión de la universidad siguen siendo plenamente vigentes porque, como manifiesta el rector, se cumplen premisas fundamentales en sus objetivos: la formación, la creación de conocimiento y la transferencia de éste a los sectores productivos y la sociedad. Pero la universidad es también, señala Rivero, “un reservorio de la discordia donde algunas ideas minoritarias han podido refugiarse esperando tiempos de cambio”. La innovación en la universidad no es “plantear lo que se espera que ocurra sino que ocurra lo que no se espera”. Eso es parte del proceso de innovación que trae consigo la revolución tecnológica en las universidades, que no necesariamente coincide con la innovación digital y que debe sumarse a la esencia de una comunidad unida –la universitaria- por el aprendizaje. A su juicio, la presencia física de instituciones académicas es insustituible y cualquier proceso de innovación emprendido debe preservar la calidad.
¿Cómo plantear la innovación tecnológica?
La USAL está avanzando en las enseñanzas semipresenciales pero siendo críticos con los excesos de los formatos digitales: “La docencia presencial debe ser clave del presente y futuro de la universidad pública”. Por otro lado, el rector incide que “existe una enmienda a la totalidad de la universidad española” por su incapacidad de adaptarse al cambio tecnológico. Esta idea obedece a un “interés premeditado, con afán de negocio, para sustituir la universidad como enseñante”. También se tiene la percepción de que la universidad pública es lenta, pero matiza “las nuevas tecnologías pueden ayudar a resolver ese problema de lentitud pero siempre que esté acompañado de las profesionalización de los niveles de gestión y administración de la universidad”. Por tanto, la tecnología se vislumbra como un aliado para mejorar la eficiencia en los procesos internos de la institución académica y en la difusión de sus contenidos a un público más amplio y diverso atraído por el conocimiento. Pero los avances tecnológicos también conlleva riesgos en el sector educativo como es la proliferación de centros formativos que surgen bajo la etiqueta de la innovación cuando son pura mercadotecnia.
La presentación de nuestro invitado corrió a cargo del director del Doctorado en Economía y Gobierno del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, Salvador Rus Rufino. Como moderador del debate, otra figura destacada del Derecho Administrativo, Luciano Parejo, director académico de la Fundación Ortega-Marañón. También estuvieron otras destacadas personalidades: Antonio Garrigues, Benigno Pendás, José Varela Ortega, Julio Iglesias de Ussel, (falta poner alguna mujer)..
Sobre las Tertulias de la Fundación Ortega-Marañón
José Ortega y Gasset funda la Revista de Occidente en 1923 y al mismo tiempo nacen en Madrid “Las tertulias de la Revista de Occidente”, una reunión de intelectuales de la época: escritores, artistas, editores, críticos, médicos, etc. en la que se debatían temas de actualidad.
El nacimiento de la Fundación José Ortega y Gasset en 1978 supuso la recuperación de estas tertulias en forma de tertulias literarias, en las que acercar los autores a sus lectores y desvelar aspectos inéditos y novedosos de la obra y la vida de los protagonistas invitados. Allí se debatía lo que Ortega denominó, hoy tan vigente, los “Temas de Nuestro Tiempo”, y ese es el emblema con el que celebramos estas tertulias en la Fundación. Reunir en torno a un asunto concreto de actualidad, a un grupo de profesionales de diversos ámbitos, reconocidos expertos competentes en cada uno de su terreno profesional para debatir cabalmente sobre los asuntos que inquietan, preocupan y acechan a la compleja vida contemporánea.
Video-entrevista al Rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, para abordar los cambios tecnológicos en la universidad pública.